Manuel Chaves Nogales fue un periodista español conocido por negarse a adoptar una posición ideológica extrema al estallar la guerra civil en 1936 y que advirtió contra el crecimiento del fascismo en toda Europa. Pero su obra abarca toda una época, desde la revolución rusa hasta la caída de Francia. Sus obras completas están ahora disponibles en Libros del Asteroide.  

Hijo de un conocido periodista de Sevilla, Chaves Nogales comenzó a trabajar en el periódico El Liberal cuando era muy joven. En 1922 a la edad de 25, se trasladó con su esposa e hija a Madrid y allí trabajó en El Heraldo de Madrid con otras jóvenes promesas del periodismo español. 

Pasó la década viajando extensamente por Europa, y fue uno de los primeros corresponsales extranjeros en presenciar e informar sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en Rusia inmediatamente después de la revolución de 1917, siendo pionero de un nuevo estilo de periodismo más parecido al periodismo de fondo.

En 1927 ganó el premio de periodismo más prestigioso de España, Mariano de Cavia, con un artículo sobre Ruth Elder, la primera mujer que cruzó el Atlántico en solitario. Como estaba muy entusiasmado con el futuro, se embarcó en muchos vuelos arriesgados, incluyendo un vuelo aventurero a la nueva URSS, que le dio material para La vuelta a Europa en avión y La bolchevique enamorada y otros relatos. 

En 1930 escribió uno de los mejores libros sobre las corridas de toros, Juan Belmonte, matador de toros, que fue traducido al inglés por nada menos que Leslie Charteris, el autor de las novelas de The Saint. 

En 1931 fue nombrado director de un nuevo e independiente periódico nacional, Ahora, relacionado ideológicamente con la República y con Manuel Azaña.

Los años siguientes viajó por Europa constantemente y el resultado fueron dos libros más sobre la revolución rusa, Lo que ha quedado del imperio de los zares, publicado en 1931, y El maestro Juan Martínez que estaba allí, publicado en 1934, que cuenta la historia de un bailarín español que fue atrapado en Rusia durante la revolución de 1917 y fue testigo de la posterior guerra civil y el conflicto con Polonia.

Chaves Nogales, demócrata republicano de izquierda moderada que se definió como antifascista y antirrevolucionario, apoyó nominalmente a la República contra la sublevación militar del general Franco en 1936. Su principal compromiso fue informar de la verdad de lo que estaba ocurriendo en toda Europa y se convirtió en parte de la llamada "Tercera España" no afiliada ni a la extrema derecha ni a la extrema izquierda. Como resultado, fue considerado como uno de los periodistas más incisivos e imparciales que trabajaban en Europa.

La Guerra Civil Española se convirtió en un verdadero conflicto global con voluntarios que llegaban de todo el mundo para luchar en las Brigadas Internacionales, en medio de temores de que los gobiernos no estuvieran haciendo lo suficiente para detener el crecimiento del fascismo y que el conflicto en España fuera sólo un anticipo de una lucha mayor por venir.

Horrorizado por las atrocidades y la represión política llevada a cabo por todas las facciones involucradas en la guerra, Chaves Nogales reconoció que la libertad se iba a perder en el futuro de España. Desalentado por esto, y bajo investigación de la Gestapo, se exilió, primero en 1936 a Francia y más tarde a Inglaterra, considerada por entonces como el último faro de libertad en Europa.

Durante su exilio, siguió comprometido con la difusión de la lucha de Europa contra el ascenso del fascismo y escribió extensamente.

En el exilio, en 1936 en París, trabajó para el Servicio de Cooperación de París que envió artículos a varios periódicos sudamericanos. En París colaboró con L''''''''Europe Nouvelle y Candide.

En 1937 publicó A sangre y fuego, que en mi opinión es uno de los mejores libros basados en historias que ilustran el sufrimiento infligido por todos los bandos de la guerra civil. En su prólogo Chaves describe "un país conquistado por la estupidez y la crueldad”, hijas comunes de “la peste del comunismo y del fascismo”, en el que la causa de la libertad ya no tenía quien la defendiera.

El trabajo de Chaves Nogales no estuvo disponible hasta la década de 1990, y todavía es muy desconocido en España y más allá. Pero la editorial de Barcelona, Libro del Asteroide, ha publicado una colección de nueve libros de sus obras completas. Esta edición comprende todos los textos literarios, periodísticos y libros firmados por Chaves de los que se tiene noticia hasta la fecha, ordenados cronológicamente, desde sus inicios en los periódicos de Sevilla hasta sus últimas colaboraciones desde Londres para diferentes medios internacionales. Se incluyen también inéditos que se han descubierto con posterioridad.

Debido a sus numerosos artículos que denunciaban el avance del fascismo alemán, estaba en la lista de la Gestapo y se vio obligado a abandonar París cuando el ejército alemán se acercó a la capital francesa.

En 1940 llegó a Londres y entre 1941 y 1942 dirigió la Agencia de Prensa del Atlántico y el Pacífico, trabajó en el Evening Standard, donde tenía su propia columna, y colaboró con las Emisiones Extranjeras de la BBC. En 1941, publicó su último libro, un relato de la caída de Francia, La agonía de Francia. 

Se dice que la primera víctima de la guerra es la verdad, pero lo que brilla en la obra de Chaves Nogales es la determinación de defender la verdad y su compromiso con la humanidad y la imparcialidad al informar sobre los acontecimientos en lo que se había convertido en un país fracturado y polarizado. 

También es un importante recordatorio de la contribución de quienes se ofrecieron como voluntarios para luchar, la mayoría de los cuales eran personas corrientes que comprendían lo que estaba en juego y se sentían obligados a desempeñar su papel en la lucha para impedir el ascenso del fascismo".

Su esposa y sus cuatro hijos habían regresado al sur de España en 1940 huyendo de la invasión alemana de Francia y por ello Manuel Chaves Nogales vivió por su cuenta en Londres durante cuatro años mientras continuaba su trabajo como periodista luchando contra las posiciones de extrema derecha y extrema izquierda. Murió en 1944, cuando sólo tenía 46 años, y está enterrado en Londres. 

Un regalo perfecto, tanto para un amigo como para uno mismo. Se acerca un invierno que probablemente pasaremos confinados: una oportunidad para beber de las fuentes del periodismo moderno y tal vez ver la situación actual desde otra perspectiva.