Aparte del valor intrínseco que posee el ensayo de Fernando Paz por su profundidad, claridad y objetividad, este brillante estudio histórico sobre los juicios de Nuremberg nos plantea el dilema existente entre la ley natural y la ley positiva, proyectando a la actualidad del siglo XXI una situación paradójica que a continuación analizaremos. Además, como consecuencia de los intereses políticos de muchos, y probablemente sin haber siquiera leído la obra en cuestión o, de haberlo hecho, no habiéndola entendido por incapacidad intelectual, el autor ha sido difamado públicamente en un ejercicio de manipulación generalizado, acusando a su autor de revisionista y negacionista del Holocausto, ambas acusaciones tan falsas como sencillo es comprobarlo leyendo el contenido de su obra.

Está el libro estructurado en tres partes, profusamente documentadas, la primera de las cuales centra los antecedentes del juicio, proporcionando así un extenso cuadro introductorio que explica y da paso a la segunda, donde se describe el juicio en sí, finalizando con una pormenorizada exposición individual de las sentencias de los responsables de los crímenes cometidos derivadas del juicio. Desde el punto de vista puramente técnico, es una obra imprescindible para entender los entresijos, las motivaciones y las contradicciones que se produjeron en un juicio en el que los jueces eran parte y, además, carecían de referentes de jurisprudencia y antecedentes legales, de manera que la improvisación en buena medida disminuyó la legitimidad técnica del proceso  de unos criminales que, independientemente de lo anteriormente dicho, merecían las condenas más duras por sus actos criminales.

Proporciona, además, NÚREMBERG una excelente lección sobre una posición ética, que fue el fundamento del juicio y la justificación de sus sentencias, posición según la cual el derecho natural (lo que la conciencia nos dicta como correcto) debe prevalecer sobre el positivo (lo que nos dicta la ley). El fundamento de la defensa de los acusados fue el cumplimiento de la ley vigente. Lo interesante, que es lo que afirma con acierto Fernando Paz y que ha sido utilizado torticeramente contra él (con el objetivo último de desprestigiar a su partido político), es que, aplicando los parámetros con los que lamentablemente nos movemos actualmente en occidente, en virtud de los cuales la moral y la ética las dictan las leyes y no el derecho natural, los acusados deberían haber sido absueltos, puesto que, sin duda, sus acciones criminales estaban amparadas por las leyes entonces vigentes en Alemania y, desde ese punto de vista, eran de obligado cumplimiento. Lo que hace Fernando Paz, lejos de justificar a los criminales nazis, es criticar el derecho positivo que prevalece se impone implacablemente en nuestra sociedad actual. Y en la medida que Paz defiende la recuperación y protagonismo del derecho natural hoy, en esa misma medida se reafirma en el merecimiento de las condenas de los criminales nazis, es decir, justamente lo contrario de lo que se utilizó torticeramente para difamarle. 

Supone, por lo tanto, la imprescindible obra que recomendamos hoy, además de un ejemplo de estudio histórico impecable y una invitación filosófica a la reflexión sobre el derecho natural frente al derecho positivo, un fantástico ejemplo de hasta qué punto los medios informativos pueden manipular la información para adoctrinar a las masas, deformando la realidad para adecuarla a sus bastardos intereses políticos. No hay nada como acudir a las fuentes para disipar la manipulación.