La decisión que tomé, hace poco más de dos años, de comprarme los aurículares inalámbricos SENNHEISER ha sido una de las que con más efectividad ha ayudado a consolidar la convivencia hogareña…, para expresarlo de un modo más claro: ahora puedo ver los partidos de fútbol, tenis, baloncesto, béisbol o snooker sin que mi querida esposa exprese una sola queja sobre el volumen que mis trabajados oídos necesitan para no perderse nada. Y añado otra ventaja que me han proporcionado estos magníficos auriculares: la posibilidad de escuchar toda la música que tengo almacenada en mi nube privada, mi Western Digital 4TB My Cloud EX2, de modo que ni los Beatles,  los Stone,  Eagles, Aznavour, Sinatra, Edith Piaf o hasta el mismísimo Luciano Pavarotti tampoco la molestan.  

Los SENNHEISER, que tienen un rango de escucha de más de 90 metros, me permiten también teletrabajar sin molestar al resto de la familia, animado con buena música, aumentar un tilín la eficiciencia en el desempeño de mis labores.

A las ventajas ya mencionadas que, entiendo, no tienen por qué coincidir con las de todos los  interesados, hay que añadir otras que son objetivas e indiscutibles:

-Un sonido excelente y que puede ser eficazmente ajustado a los gustos de cada uno.

-Muy cómodos de llevar, muy ligeros; tras un pequeño rato con ellos te olvidas de que los llevas.

-Mantienen mucho tiempo la carga y esta se realiza con gran rapidez.

-Los controles de volumen y de sintonización muy bien situados y son fáciles de usar.

-      Son compatibles, prácticamente, todos los equipos actuales de música o TV.

-Tienen dos años de garantía, ampliable, opcionalmente, en la compra a través de Amazon.

Y alguien se preguntará: ¿algo negativo que decir de ellos? Pues tratándose de un producto diseñado –por cierto, elegantemente, que la estética también cuenta- para un objetivo muy específico, ninguno. Satisfacción total con mis auriculares inalámbricos SENNHEISER RS 120 II.