Hay que decirlo: jazz y flamenco se cruzaron por primera vez no en España, sino en los Estados Unidos cuando Miles Davis y el arreglista/compositor Gil Evans grabaron "Sketches of Spain" en noviembre de 1959 y marzo de 1960. Se convirtió en uno de los álbumes de jazz de más exito de todos los tiempos. ¿Pero era flamenco? Pues, no. El tema más largo del álbum es el adagio del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, mientras que de los otros cuatro, sólo Solea (escrito sin acento) explora melodías flamencas en lugar de los ritmos de uno de los palos más básicos del género. 

Sin embargo, Sketches of Spain incitó a un músico español a emular el enfoque americano: el jazz representaba la apertura mental; el folclore nacional se consideraba demasiado parroquial. 

El saxofonista Pedro Iturralde, que acaba de morir a los 92 años, añadió un par de melodías flamencas a su repertorio cuando recorrió Europa acompañado de dos alemanes y un suizo durante el decenio de 1960, y así fue como terminó tocando en el Festival de Jazz de Berlín de 1967. Con el lema del festival "El jazz se encuentra con el mundo", los organizadores buscaban una combinación de jazz y flamenco, con la condición de que Iturralde encontrara un guitarrista flamenco. Éste resultó ser un desconocido de 19 años llamado Paco de Lucía, en aquel entonces todavía Paco de Algeciras. Se convertiría en una estrella internacional y uno de los más grandes músicos de flamenco de nuestro tiempo, y continuó involucrado con el jazz hasta su muerte en febrero de 2014. La participación de Paco de Lucía como miembro regular de la banda es lo que hace que Jazz Flamenco y Jazz Flamenco 2, publicados en 1967 y 1968 respectivamente, sean tan atractivos. Iturralde también trajo al trombonista italiano Dino Piana a la banda para esta grabación, así como para la aparición en el Festival de Berlín. 

Ambos álbumes serían compilados en un CD por Blue Note más tarde, y están disponibles en España a través de Vampisoul. 

Y la historia del flamenco jazz no termina allí. En la década de 1970, Chick Corea también mostró interés y una visión particular de la música española y latina, lo que demostró con la composición y grabación de una melodía que se ha convertido en un estándar esencial: Spain, de su álbum de 1971, Light as a Feather. En 1976, probablemente ya familiarizado con la música de Paco de Lucía, Corea lanzó My Spanish Heart, en el que el flamenco no está directamente presente, pero en el que encontramos sonoridades de la música clásica española y fronteras borrosas entre los enfoques español y latino. 

A su vez, Paco de Lucía expandió las fronteras del flamenco con su lanzamiento en 1978 de Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla. Abordando el proyecto desde una perspectiva moderna y audaz, de Lucía incluyó al flautista y saxofonista Jorge Pardo, quien comenzó a introducir elementos inequívocos de jazz en un contexto inequívocamente flamenco. En 1981 se editó el álbum Solo Quiero Caminar, de Paco de Lucía, con la participación, una vez más, de Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas. Dantas, miembro del famoso Sexteto de Paco de Lucía, internacionalizó el "nuevo flamenco". Además, el estilo distintivo de Pardo, que incluía el saxofón en las grabaciones con el tono rasgado de un cantaor, los profundos sonidos bajos de Benavent, alternando entre el rock, el flamenco y el jazz, y la percepción rítmica de Dantas, que introdujo una serie de elementos de percusión inusuales en el flamenco, generaron un sonido y una estética que se consolidó a lo largo de los años, y que ha llegado a percibirse como la esencia del jazz-flamenco. 

En años posteriores, estos músicos hicieron giras con Corea y de Lucía, dos de las principales figuras de cada estilo. 

De Lucía y Corea finalmente se unieron en 1982 con el lanzamiento de Touchstone, que se convertiría en el álbum de Corea más cercano a la música española y al flamenco. La guitarra de Paco de Lucía, más madura y versátil que en las grabaciones con Iturralde, encajaba perfectamente en el concepto emprendido por el pianista y añadía autenticidad, a la vez que aportaba excelentes soluciones a las diferentes situaciones melódicas y armónicas. La música de Corea está mucho más cerca del flamenco en este disco, tanto en la composición como en la ejecución. La participación de Benavent también es notable por su dinámico trabajo de bajo. 

El legado de estos discos ha seguido creciendo a lo largo de los años. Paco de Lucía continuó trabajando con Pardo, Benavent y Dantas, consolidando ese sonido y esa estética, colaborando una vez más con Chick Corea en el álbum Zyryab (1990). Asimismo, estos tres músicos grabaron sus propios discos y colaboraron con otros artistas, incluyendo las giras con Corea, el mayor logro posible para un músico español de jazz. Además, su participación en proyectos de jazz y flamenco los convirtió en figuras centrales en los orígenes de lo que hoy se conoce como jazz flamenco, un arte que sigue evolucionando desde los tiempos de Pedro Iturralde y continúa de la mano de músicos como Chano Domínguez y Gerardo Núñez.

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